¿Sabías que el estrés podría estar causando tu aumento de peso?

El estrés es una palabra con la que todos nos sentimos más relacionados cada día. Los ritmos de vida demandantes, lleno de actividades y listas de tareas por hacer, son la norma actualmente.

Según el Instituto Nacional de Salud Mental de EE. UU. el estrés se define como: “la forma en la que el cerebro y el cuerpo responden a cualquier demanda. Cualquier tipo de desafío—como el rendimiento en el trabajo o la escuela, un cambio importante en la vida o acontecimientos traumáticos—puede causar estrés”.

Lo que pocos parecen saber, es que el estrés es mucho más que una simple respuesta del cuerpo, sino que también puede traer graves consecuencias como el aumento de peso.

Según varios estudios, cuando nos sentimos estresados el cuerpo libera una hormona conocida como “cortisol” o la “hormona del estrés”, cuya función principal es liberar azúcar a la sangre cuando siente que nuestro organismo está en estado de emergencia.

De esta manera, surge la siguiente interrogante, ¿En qué funciones del organismo interviene el cortisol? Esto es lo que nos dice la Licenciada en Nutrición, Kharem Marín:

• En el metabolismo de los carbohidratos, las grasas y las proteínas. O sea, que dependiendo de los niveles de cortisol es como tu cuerpo maneja el uso de todo lo que comes.
• Regula los niveles de inflamación en tu cuerpo.
• Controla tu presión sanguínea.
• Equilibra los niveles de azúcar en la sangre (glucosa).
• Controla tu ciclo de sueño y vigilia.
• Eleva la energía para que puedas manejar el estrés.
• Ayuda a equilibrar la sal y el agua del cuerpo.
• Contribuye con la memoria y la concentración.

“Un exceso de cortisol puede alterar todas las funciones anteriores”, asegura Marín.

Un estudio de la BBC de Londres, elaborado por el doctor Giles Yeo, junto a los científicos de la Universidad de Leeds, determinó que cuando las personas se someten a días particularmente estresantes, tienen mayor tendencia a querer comer alimentos con muchas calorías, es decir, consumen más calorías de las que pueden quemar.

En dicho estudio, determinaron que luego de someter al doctor a un día lleno de estrés, se liberó una importante cantidad de azúcar en su organismo, que tardó casi tres horas en volver a sus niveles normales.

Claramente, cuando el organismo se siente atacado, libera glucosa a los músculos para proveerlos de energía en una situación de emergencia. Lo que sucede posteriormente es que el cuerpo al reconocer que no necesita esa energía, envía una señal al páncreas que segrega insulina para bajar esos niveles extra.

Sin embargo, el estrés no es lo único que ocasiona estas subidas abruptas en los niveles de azúcar, también la falta de sueño o descanso insuficiente pueden estar saboteando tu proceso de pérdida de peso.

Los expertos en nutrición y en entrenamiento físico dan prácticamente la misma importancia a la alimentación balanceada que al correcto descanso para lograr ciertas metas físicas y mantener los niveles de grasa corporal bajos.

El doctor Giles de la Universidad de Cambridge recomienda principalmente dormir y descansar bien para bajar estos niveles de cortisol que produce el estrés. Igualmente, recomienda realizar ejercicios físicos, prácticas como el yoga, meditación y la conciencia plena o “mindfulness”.

Así que ya lo sabes, la comida o la ingesta de azúcar y carbohidratos no son los culpables del aumento de peso por sí solos, sino que la respuesta podría estar en el estilo de vida que llevamos y las actividades estresantes que nos auto imponemos.