¿Por qué sientes culpa por la comida y cómo superarla?

El aumento de la obesidad y los numerosos mensajes educativos que nos incitan a seguir una dieta sana han acentuado la preocupación de la gente por los efectos de la elección de alimentos en la salud y el peso. Un efecto secundario involuntario puede ser que esta concienciación alimente sentimientos de culpa y preocupación por la comida. Aunque la culpa tiene el potencial de motivar el cambio de comportamiento, también puede conducir a sentimientos de impotencia y pérdida de control. La culpa por la comida significa centrarse obsesivamente en si los alimentos son "buenos" o "malos" y sentirse avergonzado si se come demasiado de los que se cree que están mal.

La ingesta emocional se refiere al impulso de comer luego de una emoción negativa y está estrechamente relacionada con el sobrepeso y trastornos de la conducta alimentaria como Bulimia y Anorexia. Se realizó un estudio para examinar el papel de la vergüenza en la alimentación emocional. En este estudio, 250 mujeres informaron de sus experiencias con una emoción negativa autoconsciente (vergüenza), dos emociones negativas no autoconscientes (ansiedad, depresión) y la alimentación emocional. Una vez controladas la ansiedad y la depresión, la vergüenza predijo una alimentación emocional depresiva, ansiosa y enojada.

Cuando clasificamos los alimentos como buenos o malos, nos clasificamos a nosotros mismos como virtuosos o no virtuosos, fuertes o débiles, dignos o indignos. Pero nuestra incapacidad para resistirse a los alimentos prohibidos no es un defecto moral. Es nuestra forma de ser.

La forma de romper el ciclo de culpabilidad, que también puede provocar atracones, es dejar de lado las definiciones de "bueno" o "malo" y practicar la alimentación intuitiva. Es entonces cuando prestas atención a lo que tu cuerpo te dice que necesitas y a lo que te hace sentir bien, en lugar de a las expectativas y normas alimentarias. Se ha demostrado que la autocompasión promueve una relación con la comida basada en la satisfacción de las necesidades del cuerpo, como demuestra su asociación positiva con la alimentación intuitiva y su asociación negativa con la alimentación emocional. Comer intuitivamente significa elegir alimentos que respondan a las necesidades y deseos de tu cuerpo. Un ejemplo de alimentación intuitiva es enfocarnos en cómo nos sentimos luego de comer un alimento en lugar de obsesionarnos por las calorías que este aporta.

En conclusión, la culpa por la comida no sólo no permite crear hábitos alimenticios balanceados, sino que además puede ser perjudicial para la salud física y mental. Una dieta equilibrada incluye todo tipo de alimentos. Alimentos para nutrirse y también para disfrutar.

 

Sobre la autora

Marcela Barillas es nutricionista clínica graduada de la Universidad Francisco Marroquín y tiene una Maestría en Educación Nutricional Comunitaria de la Universidad de Columbia en dónde ha aprendido a brindar a las personas las herramientas necesarias para que puedan crear un estilo de vida saludable, balanceado y sostenible.

Fuente:

1. Sole-Smith, Virginia. “Stop Food Guilt: How to Be at Peace with What You Eat.” Health, Health, 6 Dec. 2022, Fuente 1.
2. Wong M, Qian M. The role of shame in emotional eating. Eat Behav. 2016 Dec; 23:41-47. doi: 10.1016/j.eatbeh.2016.07.004. Epub 2016 Jul 15. PMID: 27448514. Fuente 2.
3. “10 Principles of Intuitive Eating.” Intuitive Eating, 19 Dec. 2019, Fuente 3.